Cómo funciona…
Primero hay que tener muy clara la fiscalidad de los fondos de inversión y cómo incluir los fondos en la declaración de la renta.
Los fondos de inversión cuentan con una ventaja fiscal muy clara: sólo tributan en el momento de recuperar el dinero, cuando se produce el reembolso. En caso de traspaso a otro fondo, existe una exención por la que se libran de tributar en la renta. El ahorro fiscal va desde el 19% hasta el 23% y puede marcar las diferencias a largo plazo.
A la hora de pagar impuestos en la renta por los fondos de inversión hay que tributar por la diferencia entre el precio de compra y de venta. En este sentido, se toma como precio de referencia el de la primera participación, no el del último traspaso. Ese dinero se suma a las demás ganancias y pérdidas patrimoniales y al resto de rentas del ahorro para tributar a los siguientes tipos: